En 1997 asistió al ”Taller de Lauderia” en la Universidad Veracruzana en Xalapa, México, bajo la dirección del maestro luthier Antonio Amezcua y el maestro arquetero Octavio Aranda.

En 2003 asistió a un curso de construcción de arcos de tres años en Cremona, y en 2004 comienza un aprendizaje con el fallecido maestro arquetero Giovanni Lucchi, desarrollando sus habilidades como fabricante y restaurador de arcos, convirtiéndose en responsable del taller a lo largo de los años hasta que abrió su propio taller en 2011.

Su trabajo es 100% hecho a mano, desde la construcción de la vara hasta todas las piezas de la nuez, dotando a sus arcos de una alta perfección técnica y de un equilibrio inigualable.

El amor por su profesión y la obsesión por el detalle y la perfección han resultado en arcos de excepcionales prestaciones, y que actualmente se encuentran en manos de algunos de los mejores músicos de todo el mundo.